viernes, 29 de enero de 2010

La luz del amanecer
Como una copa de vida
Los objetos de mi cuarto
Los libros almacenados
La tibieza de mi cama
El amor entre tus brazos.
Basta solo una sonrisa
Que descubres en mi rostro
Asomado hasta la dicha
En el fluir de mi vida.
II
Si sembrara una sonrisa
En cada casa vecina
En la escuela de mi barrio
En la oficina de al lado,
Si no hubiera niños tristes
Ni muertos bajo la luna,
Si los luceros fueran
signos de metal bruñidos
polvo de estrellas tus manos
en mi cuerpo de diamante.

Lilia Boscan de Lombardi

martes, 26 de enero de 2010

Reseñas sobre Cuentos Latinoamericanos.
“Como un escolar sencillo” de Senel Paz.

Este escritor cubano nació en Fomento en 1950. Creció en una familia campesina pobre. La infancia y juventud transcurrieron en Cabaiguan. Su primer libro de cuentos se titula “El niño aquel” (1980) con el que gano el Premio dela Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Publico una novela, “Un rey en el jardín”(1983) Premio de la Critica ese año.”El lobo, el bosque y el nuevo hombre” gano el Premio Juan Rulfo. “Fresa y Chocolate” obtuvo el Premio al mejor guion en el XIV Festival Internacional de Cine Latinoamericano.
Las vivencias y experiencias de la infancia y la adolescencia que transcurrieron en el campo, son la fuente que nutre las historias de estos primeros libros. Es uno de los escritores cubanos más representativos y mas exitosos de la nueva narrativa cubana. Ha incursionado también en el cine y el teatro. Vive en La Habana y es asesor literario en el Instituto Cubano de Cine. Ha vivido el proceso revolucionario y conocido los éxitos y fracasos del gobierno fidelista.
En el cuento que nos ocupa, un joven insatisfecho de si mismo por ser tímido e inseguro, habla de sus penurias existenciales, de las limitaciones que le impiden ser el joven popular admirado y solicitado por todos; habla también, no solo de su propio hogar, sino de la vida cotidiana en Cuba. La madre y las hermanas son milicianas. El despertar revolucionario se transparenta cuando dice: “Antes fueron marchitos, pero de repente despertaron, resucitaron. La primera fue mama que un día regreso con Isabel, ambas vestidas de milicianas y se reían ante el espejo”. La visión del hombre nuevo se traduce en la conversión revolucionaria, en la adhesión al régimen de la madre que “un 26 de Julio se fue para La Habana, en camión y con unas naranjas y unos emparedados en una bolsa de nailon y regreso como a los tres días, en camión, con una boina, dos muñecas y banderitas en la bolsa de nailon.”
La vida cotidiana en la isla, el compromiso militante, las diversas actividades que realizan como alfabetización o cumplir faenas en trabajos productivos, el racionamiento, el uso dela libreta, están dichos en este relato de un escritor también comprometido. Si la nueva Cuba esta simbolizada por la madre y las hermanas, la abuela, en cambio, es la Cuba del pasado, aquella Cuba donde no habían las privaciones de la actual: A mi lo único que no me gusta de este comunismo es que no haya ajos ni cebollas”, aquella Cuba donde no se perseguía a la Iglesia Católica ni se prohibía la religión.
Senel Paz es de origen muy pobre y fue el único de su familia que pudo estudiar una carrera universitaria. En este relato la situación suya y la de tantos otros muchos jóvenes cubanos queda reflejada muy bien ; como si fuera un relato autobiográfico, se cuentan las vicisitudes que tenía que pasar una familia pobre para educar a los hijos, y se habla de la esperanza puesta en una beca que cuando llega significa la la felicidad para la madre y para el joven ,que no solo consigue seguir los estudios, sino que logra con este viaje, alejarse, irse de su lugar de origen, liberarse, buscar su destino.
Fidel, el hombre nuevo, los logros de la Revolución, la conversión posible en militante, el camino a seguir con obediencia y docilidad, todo esta en el texto escrito con la vehemencia del buen escritor que ha preferido quedarse en Cuba y ser testigo de su tiempo en un país y una revolución que en muchos ha dejado un fuerte sabor de desilusión y fracaso.