jueves, 5 de diciembre de 2013

Las Trampas Del Amor


El libro se trata de una selección de veintiséis trabajos críticos, básicamente referidos al campo literario
Gustavo Luis Carrera
La crítica documental, indagadora, asentada en fuentes comprobadas, desarrollada en función de un aparato metodológico y transparente en sus asideros teóricos, es la que me he permitido llamar la crítica universitaria.
Transcendental desarrollo de ella se ha manifestado en los imponderables Simposios de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana.
Precisamente, en el ámbito estimulante y proteico de esos Simposios tuve la satisfacción de conocer a la escritora y profesora Zuliana Lilia Boscán de Lombardi. No necesité de mucho tiempo para advertir en sus trabajos analíticos la profundidad y el rigor que yo, entonces algo así como propagandista de la crítica universitaria, ansiaba compartir como doctrina con mis esforzados colegas de nuevo espíritu.
Todo lo anterior me conduce a afirmar, de entrada, que no me extraña la calificación profesional de alto vuelo que denota el libro Las trampas del amor y otros ensayos, de Lilia Boscán de Lombardi; publicado, en la colección El nombre Secreto, de las ediciones de la Universidad Católica Cecilio Acosta (Maracaibo, 2006). Se trata de una selección de veintiséis trabajos críticos, básicamente referidos al campo literario; aunque a veces deriva la autora hacia territorios culturales y anímicos -pero con el soporte de una tradición narrativa-, como es el caso del revelador texto, intensamente emotivo y particularmente tejido en elegante estilo, titulado “El pueblo wayúu; entre el mito y la leyenda”. La aproximación a la producción poética de María Calcaño (“La poesía de María Calcaño”) ostenta señales definidoras de la esencia de esta poeta zuliana verdaderamente singular; en especial su naturaleza sensible, erótica. Es patente la serenidad analítica con la cual la escritora se adentra en el pensamiento, siempre fértil, de Mario Briceño-Iragorry (“Briceño-Iragorry, un trujillano ilustre”). Sintonía analítica particular revela la aproximación a Andrés Bello (“El exilio poético de bello”). Si atendemos a lo cuantitativo, en este libro capítulo aparte representa la vasta figura de Miguel Otero Silva; ya que a su obra se refieren dos ensayos. Mención especial merecen los textos más hermosos del libro, los dedicados a Cervantes y al Quijote (“El sueño de Don Quijote”, “Visiones y encantamientos en la cueva de Montesinos”). Resulta evidente el esfuerzo interpretativo que significa destacar, sustentar y promover algún nuevo enfoque sobre el libro más comentado de la lengua española.
Y así podría continuar la fecunda pesca analítica en aguas profundas. Pero baste con rematar con las palabras del epílogo construido por el sutil escritor Enrique Arenas:
Se intenta, en este libro, la revelación, la visión de un universo generalmente mítico, místico, simbólico o metafísico”; todo ello, podemos agregar, con demostración ostensible de una combatiente vocación analítica. Al final, nos queda el sabor incomparable de ratificar, en la distancia, la existencia de un espíritu afín, de una profesional rigurosa, de una notable creadora de crítica universitaria reveladora, elegante y sugerente. ¡Albricias!
*Válvula: “Fuerza es reconocer que la crítica y el ensayo son, junto a la poesía y a la narrativa, el tercer punto de apoyo del triángulo de la creación literaria”

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La Gaviota


La novela La Gaviota de Sàndor Màrai (1900-1989) es una reflexión profunda sobre la identidad del ser y sobre la condición humana en general. ¿Què somos? El autor dice que la humanidad està hecha de seres repetidos, en serie, y solo hay un matìz, la personalidad de cada uno, que los hace diferentes. “Uno piensa que fue creado como ejemplar único, y de repente un dìa se entera de que es una copia normal y corriente; en alguna parte existe un modelo que la naturaleza va copiando con indiferencia y maestrìa, repitiéndolo mecánicamente a lo largo del tiempo……El cuerpo ,si, es igual, pues del cuerpo existen varios ejemplares en la tierra, del cuerpo de Ili y también del mìo. Ojos, orejas, labios, cràneo, no son mas que utilerìa que la naturaleza crea y esculpe a diario, a cada momento, en su taller eterno lleno de moldes, en millones y millones de variantes, pero según el mismo patrón…….Hay que resignarse a la idea, por muy hiriente que resulte, de que Dios no ha inventado un modelo único para cada uno de nosotros, sino que repite uno creado hace tiempo” Lo que nos hace diferentes es , además, el alma. El autor afirma “Yo se que mi alma es distinta”…. “No, el hombre es impotente en su cuerpo. Solo su alma puede discutir con Dios”. En la novela la historia es la relación que se entabla entre un alto funcionario ministerial y una hermosa joven finlandesa que tiene un asombroso parecido con la única mujer que èl había amado, fallecida años atrás. La novela se mueve entre lo real y lo onírico . ¿Es real la figura de Aino Laine . Van juntos a la Opera, hablan durante varias horas en el apartamento de èl, ella le cuenta su historia y la razón de estar en Hungrìa, es un diálogo muy profundo y filosófico y al final, a pesar de los intentos que èl hace paraqué se quede a su lado, ella se aleja y vuelve a quedar sumido en la soledad. “Cierra la ventana. Continùa de pie, desorientado en la habitación en sombras, pensando que jamàs se ha sentido tan solo. Pero a la vez nota sobre el hombro una mano, la misma que guía el vuelo de las gaviotas y los pasos del hombre. Y recorre la estancia oscura a ciegas, como si alguien guiara sus pasos ”.Al final queda la ambigüedad con respecto al personaje femenino. En cierto momento y por una situación concreta se puede pensar que no es solo la estudiante que està en busca de una beca y de trabajo sino que puede estar vinculada con los hechos políticos que ocurren en el marco de la Segunda Guerra mundial que es el escenario historico de esta novela. ¿Podrìa ser una espìa? Se acercò al Funcionario sabiendo quien era para buscar información que luego transmitirìa a otras personas? ¿Es real o es todo un sueño? La sensación de una mano en el hombro deja la puerta abierta a la imaginación. Pudo ser un fantasma o un espíritu que llegó inesperadamente y se fue acompañada por el mismo misterio. Esa línea delgada entre la realidad y el sueño, entre lo verdadero y lo fantástico la recorre el autor a lo largo de profundas reflexiones donde el gran tema es el amor, la vida y la muerte.
Esta novela fue publicada por primera vez en 1943 y confirma la grandeza de este escritor puesta de manifiesto en otras novelas como El último encuentro, Divorcio en Buda, La hermana, La amante de Bolzano y otras mas, escritas todas con una prosa deslumbrante y altamente poética con la que describe situaciones y trata temas inquietantes sobre la tràgica condición del ser humano abrumado por la angustia de vivir y de morir.


domingo, 13 de octubre de 2013

Poesía y los jirones de la existencia

Artículo publicado por el Dr. Ricardo Gil Otaiza en la edición de El Universal del 11-10-2013

Termino de leer Puerto de sombras. Antología poética 1989-2009 (El Aleph, 2012), de la poeta zuliana Lilia Boscán de Lombardi (que llega a mí de manera azarosa por bondad del rector Ángel Lombardi) y he quedado profundamente impactado con la hondura de su propuesta; con ese discurrir desde la ontológico y la memoria que buscan indagar en donde yacen las más sutiles emociones. Logra la autora explorar con acierto en su propia intimidad, hasta hallar los claroscuros propios de quien ha transitado un camino y hace el balance de lo acontecido con un dejo de nostalgia; como si en ella anidaran las sombras de un pasado que de pronto regresan al presente para así zanjar viejas (y nuevas) heridas.

Conforman el volumen varios textos que alcanzan una misma cima literaria desde sus profundas diferencias estéticas.
Poemas de soledad; Voces; Surco de origen; En el corazón del vértigo; Desde el signo que me nombra y Letra herida, indagan en el alma humana, hacen el rastreo de lugares y de cosas para constituir una sonoridad que sólo es posible hallar en la intimidad, en la ingrimitud del "yo", hasta alcanzar la completud de un verso que se hace así mismo desde el dolor, desde las sombras de lo existencial y se interna en los sueños de la vigilia de quien encuentra el sentido del día a día en el cotejo con la memoria. Nadie como Boscán de Lombardi para auscultar en los recodos de la nada, en las sombras, en los intersticios del silencio que se hace realidad en la medida que logra erigir una plenitud que se hace así misma a través de la nostalgia por lo vivido y lo dejado. Nos dice perpleja: "Sonámbulos, casi a ciegas,/buscamos huellas pasadas,/perseguimos nuestras sombras/y alejamos el olvido".

Indaga la autora en la poética filosófica y azuza en los lectores grandes certezas e iguales incertidumbres. No podemos ser indiferentes frente a la propuesta de esta poeta zuliana, que toca nuestra sensibilidad hasta el punto de sumergirnos en una nada sólo posible desde la exactitud de unos versos rayanos en la perfección. Poseen sus textos una fuerza incontenible y arrolladora, un magnetismo que nos atrapa desde la primera página hasta conducirnos de manera inexorable a recorrerlos todos, a disfrutar de sus abismos, de su lúgubre sentido de la realidad, de sus espacios plenos de imágenes que evocan la infancia, las casas, la naturaleza y la vida familiar.

Los fantasmas del padre y de la hija recorren estas páginas y las impregnan de dolor, de dulce desvarío, de vaga melancolía que intenta recuperar la memoria de una felicidad rota de manera inexorable hasta convertirse en tragedia, en punzada infinita, en dolor eterno que se hace consuelo a través de la palabra y del verso. Ya nada podrá recuperar el tiempo ido, la alegría de antes, la ilusión de un devenir trazado para ser vivido desde la felicidad y no desde la nada de la muerte y del olvido. Insiste Boscán de Lombardi en hacernos testigos de la desventura del devenir humano, de sus conspicuos percances, de las jugarretas de un destino que no descansa hasta hacernos presas de sus iniquidades y de sus pérfidos azares. Pero ella no desmaya, no se rinde frente a la adversidad: y la reta, la llama para que de su rostro, la interpela desde el verso en donde es dueña absoluta de sus frágiles designios, para luego caer abatida con el corazón herido en medio de la nada: "Como un ciervo herido/que corre en la espesura/quise alejarme/con el corazón sangrante".

Cierro este volumen con la extraña sensación dicotómica de lo sagrado y lo metafísico; como si desde el verso pudiésemos "conjurar" el dolor para renovarlo, para volver sobre él; como si no nos bastara con la dura realidad y regresáramos a ella desde el recuerdo para librar la cruel batalla de la finitud y la inmortalidad, de la vida versus la vida; del yo frente a nosotros mismos: "Regreso del exilio/de tu ausencia,/mi dolor está cautivo/en la memoria,/es mi dolor/y no quiero que se vaya". Que no se vaya y nos replique desde la página y nos recuerde mil veces que somos más humanos desde la perspectiva de lo abstracto, del arte de poetizar, de recomponer con hilos de palabras los jirones de nuestra existencia.

jueves, 10 de octubre de 2013

V Jornadas de Investigación UNICA 2013


Es muy satisfactorio para el Decanato de Investigación y Postgrado, la realización de las V Jornadas de Investigación en el marco del Trigésimo
Aniversario (1983-2013) de nuestra Universidad.
Una de las funciones de la Universidad, y quizás la más importante, es la investigación y la generación de conocimientos que estén orientados a la resolución de problemas y signifiquen aportes para el desarrollo intelectual, científico y cultural de nuestro país.
En nuestras Universidades se privilegia la Docencia, que indudablemente, es fundamental para la formación excelente de nuevos profesionales, pero asi como el profesor se esmera en profundizar el conocimiento de las materias que dicta para el beneficio de los alumnos, de las misma manera es importante emprender la tarea de investigar sobre temas o aspectos de interés no solo regional o nacional sino de carácter universal.
En América Latina y en Venezuela, la tradición en investigación Universitaria tiende a ser débil y marginal por razones socio-históricas y culturales. En nuestro país se calcula que, apenas un 10% aproximadamente del personal universitario, hace investigaciones. De ahí la importancia de estas Jornadas que quieren ser un espacio académico para el encuentro y el debate de las ideas en pro del desarrollo de la sociedad del conocimiento. La realización de estas Jornadas cada dos años, quiere ser un estimulo para los profesores y los investigadores que han trabajado arduamente en sus investigaciones, las cuales serán leídas y debatidas durante estos dos días.
Estamos conscientes que las estructuras institucionales para la investigación tienden a ser débiles y en nuestras Universidades, muy precarias, por la falta de estímulos suficientes en todo sentido y además por el hecho de que un investigador no se improvisa, exige vocación, preparación y dedicación.
En la UNICA se hacen esfuerzos importantes para la preparación de los investigadores ofreciendo cursos dictados por prestigiosos científicos e intelectuales del país que ofrecen el conocimiento y la experiencia para beneficio de nuestros profesores. Contamos con prestigiosas revistas donde se publican trabajos de profesores-investigadores de las diversas áreas propias de nuestra Universidad y la política editorial contempla la edición de libros, algunos de los cuales, son trabajos de grado para optar al título de Doctor o Trabajos de Ascenso excelentes que han merecido la recomendación de ser publicados. A pesar de múltiples dificultades, nuestra Política Editorial se ha mantenido y contamos con más de 200 títulos publicados.
En la Universidad es constante la organización de eventos de tipo intelectual y cultural donde se muestra el talento de nuestros estudiantes y profesores en todas las áreas: Música, Arte, Literatura, Artes Audiovisuales, Publicidad, Filosofía. Es una Universidad dinámica y entusiasta que se proyecta nacional e internacionalmente. Formamos parte de la FIUC (Federación Internacional de Universidades Católicas) cuya sede está en Paris y también formamos parte de la ODUCAL (Organización de Universidades Católica de América Latina).
En la UNICA se intenta fomentar un espíritu de convivencia y armonía teniendo siempre presente la importancia de cada individuo como persona que merece apoyo, respeto y comprensión. Contamos con Cátedras Libres como la de Chiara Lubich en la que se estimula el conocimiento de su pensamiento y se insiste en la importancia de los valores éticos cristianos y ecuménicos para la mejor convivencia entre los seres humanos. Siendo una Universidad Católica, el Humanismo Cristiano es una materia del pensum de todos los programas de la Universidad que persigue la educación en valores y la formación integral del ser humano así como también tenemos otras Cátedras Libres que persiguen los mismos fines como las Cátedras Iglesia y Medios, Derechos Humanos, San Alberto Hurtado, Cecilio Acosta, solo para citar algunas.
La Universidad Católica Cecilio Acosta es una Universidad pequeña que cuenta con 5000 estudiantes pero sus Autoridades y sus profesores están empeñados en hacer de ella una Universidad cada día más productiva que tienda siempre a dar respuesta a las exigencias del mundo moderno tanto en la teoría del conocimiento así como en las innovaciones tecnológicas.
Hace poco celebramos un digno homenaje al poeta Hesnor Rivera y en este mismo mes de octubre estamos participando activamente en el Congreso Cultural realizado por el sector universitario. Igualmente estaremos realizando nuestra Jornada de Investigación Educativa dedicada a Simón Rodríguez, Paulo Freyre y Luis Beltrán Prieto Figueroa. También hay que destacar que en este mismo mes de octubre se está otorgando el Doctorado Honoris Causa al Ilustre escritor venezolano José Balza y próximamente al maestro José Vicente Abreu y como una novedad, expresión de nuestra vocación ecuménica, se le ha otorgado el Doctorado Honoris y Causa al Papa Francisco, que como ustedes saben, aparte del gran simbolismo del nombre asumido, es el primer Papa Latinoamericano.
Igualmente ofrecemos múltiples Diplomados y tenemos nuevos proyectos de Maestría como el de Educación Intercultural Bilingüe; Comunicación y Desarrollo. Mención: Gerencia de la Comunicación en organizaciones Sociales; Maestría en Ciencias de la Educación. Mención: Filosofía para niños y niñas; Maestría en Ciencias de la Educación. Mención: Ética y Responsabilidad Social, que permanecen sin ser aprobados por parte del Consejo Nacional de Universidades debido al congelamiento de programas de Pregrado y Postgrado que ha afectado a todo el sector privado durante una larga década.
Meses atrás se hizo también un homenaje al escritor Carlos Fuentes. Parte de ese homenaje es dedicar estas V Jornadas de Investigación a ese gran intelectual mexicano que forma parte de la generación de Escritores Latinoamericanos que sacudieron con sus obras, el ámbito cultural de la región y del mundo en los años 60 del siglo XX, constituyendo lo que se llamo “el boom de la Literatura Latinoamericana”. Muchos de ellos se convirtieron en ganadores del Premio Biblioteca Breve que concedía la Editorial Española Seix Barral. En la nueva novela latinoamericana se ofrece una visión de la realidad, que sin dejar de contener los problemas sociales, es poética y mítica a través de situaciones, tipos y lenguajes que trascienden los límites del local. Lo fundamental estriba, en que de una literatura documental se ha pasado a una literatura de denuncia social o de preocupaciones ontológicas y filosóficas en la que juega un papel importantísimo, más que la trama narrativa en sí, el manejo del lenguaje con el que se crea una nueva realidad, un espacio para lo real a través de un mito en el que se puede reconocer tanto la mitad oculta, pero no por ello menos verdadera de la vida, como el significado y la unidad del tiempo disperso. La novela es mito, leguaje y estructura. Al ser cada uno de estos términos, es simultáneamente los otros dos.
Carlos Fuentes es considerado uno de los grandes escritores de Latinoamérica y del mundo y es un honor que nuestras Jornadas se realicen en su nombre.
Desde el año 2003 este evento ha contribuido a la difusión y al desarrollo de investigaciones en áreas de Ciencias Sociales y Humanas y esperamos su continuación en el tiempo confiando en nuestra comunidad universitaria, no solo la de la UNICA, sino la todas las universidades regionales y nacionales que gentilmente siempre nos han acompañado.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La poesía trascendente de Hesnor Rivera


Un homenaje a Hesnor Rivera (1928-2001) es ocasión propicia para recordar al amigo y al poeta insigne, autor de una vasta obra en la que se destacan libros como Puerto de Escala (1965), Las Ciudades Nativas (1976), La Muerte en Casa (1981), Endechas del invisible (1995), solo para citar algunos.
Apuntando algunas notas de su biografía hay que recordar que nació en 1928 en Maracaibo, Sector El Poniente en Los Haticos, aunque sus padres eran oriundos de Juan Griego en la Isla de Margarita. Los estudios de Primaria los hizo en el Instituto Maracaibo que fundó y dirigió el Dr. Raúl Cuenca y los de Bachillerato los realizó en el prestigioso Liceo Baralt dirigido, primero por el Dr. Jesús Enrique Lossada y después por Eduardo Mathyas Lossada quienes tuvieron gran influencia en su formación literaria y estimularon su temprana vocación poética. Fue un lector entusiasmado y muy joven leyó a los Clásicos Españoles, de allí, que aunque la libertad para escribir fue su norma primordial, siempre mantuvo gran pulcritud formal y se aficionó a la escritura de sonetos. En el año 1948 ya publicaba en la página literaria del Diario El Nacional de Caracas y aunque empezó los estudios universitarios en la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, allí estuvo solamente dos años y fue mucho después, cuando estudió Letras en la Facultad de Humanidades y Educación de la misma Universidad. Tuve el Honor de que fuera mi alumno en la materia Literatura Hispanoamericana Monográfica. Hablábamos mucho sobre la poesía de César Vallejo que era el autor que estábamos analizando. Se graduó en 1972 de Licenciado en Letras Hispánicas y después de ser brillante estudiante fue profesor, al ganar por concurso, la cátedra de Literatura Medieval Española, de cuyo jurado yo formaba parte. Eran los años conflictivos y difíciles de la Renovación Universitaria, con la Universidad altamente politizada, actuando los estudiantes bajo el impacto de lo que había sido el Mayo Francés. A pesar de las protestas irracionales de un grupo de la izquierda radical, Hesnor fue el ganador del concurso. Todo esto ocurrió cuando el poeta tenía 49 años, se había casado con la Comunicadora Social y Profesora Marta Colomina Reyero y habían nacido sus dos hijas Celalba y Marta Celina.
Hesnor mantuvo una gran relación con la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia, no solo por lo que se refiere a sus estudios y trabajo de profesor, sino porque esta Facultad publicó el Poemario En La Red De los Exodos en 1963 y ganó, en 1964, el Segundo Premio de Poesía en la misma Facultad con el libro Puerto de Escala concedido por un jurado constituido por los poetas Juan Liscano, Mercedes Bermúdez de Belloso y Helena Sassone y en 1967 ganó nuevamente el Segundo Premio en la misma Facultad, con el libro de poemas Superficie del Enigma en cuyo jurado estaban Juan Calzadilla, José Antonio Castro y César David Rincón. También es importante señalar que nuevamente, la Universidad del Zulia, a través de la Dirección de Cultura, publicó en 1976, Las Ciudades Nativas y en 1992 la Universidad del Zulia, en su Centenario, publicó el libro Secreto a Voces (Sonetos completos). Está pendiente una edición de las Obras Completas de Hesnor o una Antología actualizada de su obra ya que la de 1976, publicada por Monte Ávila Editores, en su colección Altazor, debe estar agotada y valdría la pena reeditarla.
Habría mucho que agregar de la biografía de Hesnor, enumerar sus múltiples premios y reconocimientos, no solo como poeta sino como periodista, los detalles editoriales de sus numerosos libros, pero sí de Premios se trata, creo que los dos más importantes que recibió fueron el premio CONAC de Poesía por Elegías a Medias en 1979 y el Premio Regional de Literatura del Estado Zulia “Dr. Jesús Enrique Lossada” Mención Poesía, otorgado por la Gobernación del Estado Zulia en el año 1992 en cuyo jurado, me honra haber estado junto a Víctor Fuenmayor y José Francisco Ortiz. Los investigadores Jesús Ángel Parra y Luis Guillermo Hernández elaboraron, con la acuciosidad y el rigor que los caracteriza, una cronología de Hesnor de suma utilidad en este rápido esbozo biográfico que he intentado hacer.
Hesnor es considerado como un renovador de la poesía zuliana actualizando la escritura poética con los aportes de las Vanguardias Europeas. Maracaibo era en aquellos años una ciudad pequeña y provinciana y cuando Hesnor leyó libros como Literaturas Europeas de Vanguardia de Guillermo de Torre, el deseo de salir de Maracaibo se hizo impostergable. Tenía apenas 20 años y una necesidad inmensa de saber y conocer las nuevas tendencias en el arte y la poesía. Así, soló con su juventud y su espíritu romántico, se fue a conocer el mundo seguramente lleno de sorpresas y poesía. Dice Otto Rincón, su gran amigo, en el Prólogo de Endechas del Invisible de la edición de 1995: “En Bogotá se enamoró y combatió el frio con un gabán ajeno, en Santiago de Chile cantó boleros con una orquesta, en Buenos Aires se hartó de bifes, en Rio de Janeiro descubrió el aspecto carnaválico del hambre, en Paris vivió al rescoldo de la ardentía sexual, en Colonia sintió de cerca, la muerte”. Fueron años de vida bohemia y de enriquecimiento intelectual y cultural. Las propuestas del surrealismo le aportaron el legado de libertad que es una característica fundamental de su poesía. Ser él mismo, escribir desde sus sentimientos, desde sus experiencias, desde su mirada oscura que escrutaba la realidad y la recreaba a su antojo en imágenes y en palabras de exquisita belleza.
Hesnor es inolvidable, no soló por la originalidad y la grandeza de su obra poética sino por la sencillez, por la calidad de su amistad, por su sonrisa perenne, porque abrazaba la vida con deleite, con pasión. Hedonista singular, amante del amor, supo con la palabra trascender todos límites y convertirse en el gran poeta zuliano, orgullo de Venezuela.
Cuando regresó a Maracaibo en 1952, después del largo viaje por toda Suramérica, con residencia de dos años en Santiago de Chile, escribió sus poemas Ciudad y Apocalípsis, que se ha considerado como el poema-manifiesto del grupo literario que fundó años después (1955) y que fue escrito y leído en la residencia de Josefina Urdaneta, quien era la conductora del grupo “40 Grados a la Sombra” (1962-1966). En enero de 1953 regresó a Colombia y en Bogotá, hospedado en la casa del poeta Juan Sánchez Peláez, escribió en una sola noche su famoso poema Silvia y fue a finales del mes de Septiembre de 1955, cuando fundó el grupo Apocalípsis acompañado de los poetas César David Rincón, Miyó Vestrini, Atilio Storey Richardson, Ignacio de La Cruz, Régulo Villegas, Néstor Leal, Alfredo Añez Medina, Ricardo Hernández y Laurencio Sánchez Polamares, así como los artistas Francisco “Paco” Hung, Rafael Ulacio Sandoval y Homero Montes, quienes se reunían en el bar “Piel Roja” de Maracaibo. Sobre el Grupo Apocalípsis Hesnor escribió: “Su fundación fue el producto del entusiasmo, del ímpetu de la fe en la magia del arte de las palabras, puestos en juegos por varios artistas jóvenes decididos a enfrentar el anquilosamiento de la poesía en el Estado Zulia y en la mayor parte del país, donde se utilizaba más como instrumento de figuración social o política, no exenta de cursilería, y como indecoroso trampolín para payasos amaestrados en las piruetas de la lisonja y de la hipocresía”.
Empezó a publicar en periódicos del país como El Nacional y Panorama y fue Ciro Urdaneta Bravo, quien era Director del Diario Panorama, el que lo incorporó como Redactor hasta 1958; más adelante en 1962, fue nombrado Secretario de Redacción de Panorama y luego, en 1965, pasó a ser Sub-Director del mismo Diario hasta 1987.
Hesnor es inolvidable. Su poesía es testimonio de su grandeza. Vestido impecablemente, recorrió el camino de la vida sediento de amor y de poesía.
Fue eso, un gran poeta y un gran amigo. Estuvimos en su casa en muchas ocasiones festivas y en reuniones intelectuales con artistas y poetas al lado de Marta y sus dos hijas.
La poesía de Hesnor es emanación del espíritu, es una canción profunda, es la ciudad y el lago, es el amor y el dolor. En sus últimos días, cuando ya la enfermedad estaba presente, me decía sonriente al saludarnos: “No me siento bien, estoy amenazado por monstruos apocalípticos que quieren acabar conmigo”. Se fue Hesnor a los 73 años. En uno de sus poemas escribió: “La valija esta lista-ya no hay tiempo ni sitio para mas nada”. Pero su tiempo no ha terminado, su tiempo es la eternidad y leer su poesía es la mejor manera de tenerlo presente y de garantizar su inmortalidad. Estrofas llenas de emoción y de afecto son las del poema Triple Elegía, dedicada a los poetas Miyó Vestrini, Atilio Storey Richardson y César David Rincón que murieron a los 53 años en un lapso de menos de tres meses, los dos primeros en los meses de Noviembre y Diciembre de 1991 y el tercero en Febrero de 1992, y dicen así:


Los tres iban sonando las piedras
Más redondas
Que se crían
En las calles de arena


Escuchaban los colores con que solían
Pintar en las paredes
El rostro de los nombre amados
Los pájaros
Que silban
En las ramas de la luz de los sueños.
El pez come tinieblas.
El rabo de serpiente del azar
En los mares.
En los dormitorios
De los trenes sonámbulos.
En la ciudad que todavía los busca
Para que los tres vuelvan a cantarle
Los himnos de pechuga plateada
Recién extraídos de la mano del lago.


Los tres iban por la orilla
De la noche de los viajes muy largo.


César con el arpa de David
Tocaba las serenatas
Que estremecían los cuatro brazos
Del corazón de la tierra.


Miyó escribia sin tomar aliento
Cartas muy parecida a los jóvenes
Sólo confeccionables con la tela maternal
De los árboles del agua
Casi roja
De los amaneceres vistos
A deshora en el patio de la casa perdida.


Atilio recolectaba hierbas
De distinto brillo
Para fabricar sin siquiera abrir los ojos
Las alas con que deben revestirse
Las lluvias
De los porvenires
Desde hace muchos inciertos.


Los tres andaban
Como sucedía a menudo mas allá
De ellos mismos.
Como siempre ahora más allá de siempre.
Como siempre más allá de ahora. Más
Allá más siempre.
Más allá de nuevo para siempre.







jueves, 4 de julio de 2013

La jugadora de ajedrez


Esta película es del año 2009 basada en una novela de Bertina Henrichs: “La Joueuse d'échecs”; el guión es de Caroline Bottaro y Caroline Maly y los actores son Kevin Kline y Sandrine Bonnaire.
Además de la magnífica actuación de los protagonistas y de la excelente fotografía, la película no es solamente la historia de la mucama Hélène que aprende a jugar ajedrez y se convierte en una exitosa jugadora sino que es la historia de una mujer con una vida gris, en la que todos los días son iguales. Es una mujer sola que no tiene el amor ni la comprensión de sus familiares. Ese vacío, esa soledad la va a llenar el ajedrez, que en la película, es vehículo de amor y de amistad, es el mediador entre Hélène y el profesor.
En una de las primeras imágenes de esta película aparecen dos personas, un hombre y una mujer jugando ajedrez en una terraza. El viento mueve levemente la cortina blanca que separa la terraza de la habitación donde la mucama está haciendo la limpieza. Ella los observa pero no solo mira el juego de ajedrez de la pareja sino también el juego del amor, las miradas, las sonrisas, las caricias, las manos entrelazadas. Ella observa la felicidad del amor de Monsieur Kröger, profesor y escritor, y su amante; la presencia de ese amor le hace notar la ausencia del mismo en su propia vida. Ella, Hélène, está casada con un obrero, Ange; tiene una hija muy joven, Lisa, por la que trabajan duramente. Hélène es mucama, arregla las habitaciones de un pequeño hotel y las de la casa del profesor que es viudo y juega ajedrez.
La relación de los esposos es fría, la pasión ha desaparecido; el esposo trabaja y después se reúne con los amigos y ella se ha vuelto invisible para él. Sus intentos de seducción al esposo no le dan resultado.
Ella todos los días hace su trabajo pero cuando puede, acaricia el tablero y las piezas de ajedrez del profesor. Cuando el esposo cumple años le hace un regalo insólito para él: un juego de ajedrez, como si la magia y el erotismo estuvieran implícitos en el juego de ajedrez.
Un día se decide a pedirle al profesor que la enseñe a jugar. De la sorpresa y la negativa inicial se pasa a la aceptación. Las clases se fijan los días martes en la tarde. La imagen inicial de la película se repite pero con otra figura femenina. Una vez más el ajedrez es el mediador, el vinculo de acercamiento que propicia una amistad cada vez más intensa. La amante anterior es sustituida por la mucama que inconscientemente quiere parecerse a aquella mujer joven, bella y elegante capaz de inspirar una gran pasión. Hélène empieza a cuidar su imagen, se corta el cabello y se viste mejor. Inconscientemente desea seducirlo. Una copa de vino, sonrisas y hasta un beso son indicios de esa intención. El ajedrez actúa como un elemento mágico de seducción también para el esposo, quien al descubrir la nueva afición de su mujer, se llena de celos, la mira diferente y renace la pasión. Lisa, la hija quinceañera, que hasta ese momento había sido hostil y rebelde, se acerca a la madre con un nuevo sentimiento de admiración y cariño y lo más importante es que Hélène se ha emancipado y se ha realizado como una mujer exitosa que ha encontrado, gracias al ajedrez, no solo una actividad que la hace feliz sino que ha recuperado el amor y la unión de su familia.

sábado, 29 de junio de 2013

Cine y Realidad


En el cine y en la literatura, la imaginación, nutrida por la realidad, crea otra realidad, la de la ficción y si en la novela, está presente el lenguaje de los signos, en el cine los lenguajes son varios y todos los signos se unen para crear la obra de arte que conmueve y apasiona. En el cine las imágenes se graban con fuerza imperecedera en la memoria del espectador; es por ello que cada día cobra más fuerza la enseñanza de la historia, de la literatura, del arte etc., a través de películas que saben expresar magistralmente el contenido de novelas famosas o recrean sabiamente hechos históricos fundamentales. Son muchas las películas de tipo histórico que perduran en el tiempo y la biografía de grandes escritores, de pintores y músicos, de políticos exitosos y hombres de poder quedan impresos en la memoria vinculados al actor o actriz que los encarnan en la película. Cuando se piensa en Van Gogh inmediatamente la memoria trae la imagen de Kirg Douglas; la figura de Moisés queda indisolublemente unida a Charlton Heston después de ver Los Diez Mandamientos; cuando hablamos de Madame Bovary, viene a la mente inmediatamente la figura de Isabelle Hupert; Bradd Pitt es el Aquiles moderno en la reciente película Troya y Don Corleone, el personaje de la novela de Mario Puzo, El Padrino, estará siempre asociado a Marlon Brando. Lincoln será difícil desligarlo de Daniel Day Lewis, así como el personaje de Fantine de Los Miserables será por mucho tiempo identificado con Anne Hathaway.
El cine crea un mundo mágico de ficción pero la fuerza de la imagen unida a la música provocan un efecto de realismo, suscitando emociones diversas, de miedo, terror, angustia, alegría, dependiendo del género de la película. Hay algunas donde se muestra vivamente la capacidad humana de hacer el mal o de hacer el bien, películas donde se muestra el absurdo de la existencia; películas donde se plantean situaciones de horror, no solo las que se generan en las guerras o las provocadas por psicópatas, sino aquellas películas magistrales donde se tratan temas que desembocan en tragedias terribles. Una de ellas es La Decisión de Sofía, una película britanica-estadounidense del año 1982, dirigida por Alang Pakula y con la actriz Meryl Streep cuya actuación la hizo merecedora del Oscar a la mejor actriz y al Globo de Oro. En la película, ella es sobreviviente del campo de Auschwitz en la Segunda Guerra Mundial pero vive atormentada por los recuerdos y por la decisión que se vio obligada a tomar cuando era prisionera. La crueldad humana se manifiesta cuando el guardián le dice, que de sus dos pequeños hijos puede salvar a uno y el otro será destinado a morir en la cámara de gas. Es la crueldad a la que puede llegar el ser humano, es el reino del mal, en una guerra donde se persiguen a los judíos con el único objetivo de su aniquilación total.
En ese mismo contexto de la Segunda Guerra Mundial, se produce, en el año de 1942, un hecho histórico abominable. Francia que había sido ocupada por los nazis, recibe la orden, emanada directamente del gobierno alemán, de encarcelar a todos los judíos y deportarlos a los campos de concentración. En la redada de ese día fatídico, los policías franceses hicieron presos a miles de judíos; familias enteras fueron obligadas a abandonar sus hogares y la mayoría murieron en los campos de exterminio nazis. Esa historia se cuenta en la película La Llave de Sarah, película francesa dirigida por Gilles Paquet. El mayor horror en la película es que Sarah, una niña de aproximadamente diez años ese día de la redada, cuando noto que los policías no se habían dado cuenta de la presencia de su hermanito pequeño, de más o menos cuatro años, para salvarlo lo encierra en un armario diciéndole que no salga de allí hasta que ella lo rescate. Sarah y sus padres son arrestados y llevados separados, a campos de concentración. La preocupación de Sarah era su hermanito, regresar a la casa para liberarlo. Después de varios días logra huir del campo con otra niña que muere después y ayudada por una pareja de ancianos, que vivía en una granja en las afueras de la ciudad, regresa a su casa para encontrar en el armario a su hermanito muerto. El dolor y el recuerdo de este hecho la atormentará toda la vida y aunque se case y tenga hijos, se suicida provocando un choque con el vehículo que conducía.
Hay otra película en donde también se plantea el horror y la tragedia humana de manera impresionante. Es la película inglesa Jude dirigida por Michel Winterbottom y protagonizada por Kate Winslet y Christopher Eccleston. Está basada en la novela Jude, el oscuro de Thomas Hardy.
En esta película, la familia integrada por el padre, la madre y tres niños pequeños (el mayor de ocho años, la niña de tres años aproximadamente y un bebé) viven en una gran precariedad económica. Por el hecho de no estar casados son señalados socialmente sintiendo el rechazo y la hostilidad de los habitantes de la ciudad de Chrisminster, donde viven, viéndose obligados a estar en constante huida hasta que deciden regresar nuevamente a esta ciudad que era uno de los grades centros de cultura y enseñanza en la Inglaterra del siglo XIX. Con la alegría de haber conseguido un trabajo, la pareja regresa a su casa donde los dos niños pequeños estaban bajo el cuidado del mayor y el máximo horror se presenta, cuando al abrir la puerta del cuarto, consiguen al niño mayor ahorcado y los dos pequeños muertos en sus respectivas camas. Había una nota del niño mayor que decía: “Porque somos demasiados”, que fue la frase que la madre había dicho al niño cuando éste le había preguntado el día anterior ¿”Porqué nadie nos recibe ni nos dan hospedaje”?
Nos tropezamos con tragedias todos los días en las páginas de los periódicos; muchas de ellas son el tema de novelas y películas famosas. El ser humano está amenazado permanentemente por el dolor y la muerte pero eso forma parte de la condición humana. Duele saber que el mal sea capaz de provocar situaciones de pesadumbre y de horror infinito, destinos inmutables que hay que afrontar con la sabiduría que da la vida y la experiencia. La literatura, el cine y el arte universalizan la dimensión compleja y profunda del ser humano, temas infinitos que fluyen de la observación de la vida y de la reflexión sobre la existencia y el destino final de los seres humanos. ¿Cuánto de verdad hay en la literatura y en el cine? Son aproximaciones a la realidad y aunque es ficción, evocan situaciones y momentos trascendentes de la vida y del ser humano en su condición trágica de ser y de existir.


domingo, 9 de junio de 2013

Carlos Fuentes: ¿Cómo “vio” el Cine?


Carlos Fuentes (Panamá 11 de noviembre de 1928 – México, D.F., 15 de mayo de 2012), forma parte de la generación de escritores Latinoamericanos que sacudieron con sus obras, el ámbito cultural de la región y del mundo en los años 60 del siglo XX, constituyendo lo que se llamó “el boom de la literatura latinoamericana”. Son escritores que superaron la escritura realista de la narrativa regionalista e indigenista imperante en la literatura latinoamericana durante las tres primeras décadas del siglo XX. Algunos autores como Vicente Huidobro habían empezado a experimentar con nuevas técnicas narrativas y novedosos recursos formales. James Joyce, en el Ulises, introduce el monólogo interior que será asumido por muchos de nuestros narradores. Se producirán cambios fundamentales en la estructura narrativa, en el punto de vista del narrador, en el manejo del tiempo y el espacio y es notorio, la experimentación con el lenguaje.
En los años cuarenta sobresalen las figuras de Jorge Luis Borges, Bioy Casares, Miguel Angel Asturias, Agustín Yáñez, Ernesto Sábato y Alejo Carpentier.
La renovación continuará con otros escritores como Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y José Árguedas.
La consolidación de la nueva narrativa sucede en la década de 1960 el gran momento del “boom”, en el que muchos escritores se convierten en ganadores del Premio Biblioteca Breve que concedía la Editorial Española Seix Barral. La literatura Latinoamericana alcanza una gran popularidad a nivel mundial y se producirán numerosas ediciones y traducciones en diversas lenguas de obras como La Ciudad y Los Perros de Mario Vargas Llosa; Cambio de Piel de Carlos Fuentes; La Muerte de Artemio Cruz también de Carlos Fuentes; La Traición de Rita Hayworth de Manuel Puig; Tres Tristes Tigres de Guillermo Cabrera Infante; Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez; Rayuela de Cortázar; Sobre Héroes y Tumbas de Ernesto Sábato y muchas más.
En la nueva novela latinoamericana se ofrece una visión de la realidad, que sin dejar de contener los grandes problemas sociales, es poética y mítica a través de situaciones, tipos y lenguajes que trascienden los límites de lo local. Lo fundamental estriba, en que de una literatura documental se ha pasado a una literatura de denuncia social o preocupaciones ontológicas y filosóficas pero en la que juega un papel importantísimo, más que la trama narrativa en sí, el manejo del lenguaje con el que se crea una nueva realidad, un espacio para lo real, a través de un mito en el que se puede reconocer tanto la mitad oculta, pero no por ello menos verdadera de la vida, como el significado y la unidad del tiempo disperso. La novela es mito, lenguaje y estructura. Al ser cada uno de estos términos, es simultáneamente los otros dos.
En cualquiera de estos escritores está probada, no solo la vocación literaria, sino la dedicación entusiasta al oficio de escribir. Algunos son autores de pocas obras como Juan Rulfo o Ernesto Sábato, tan geniales que con esas pocas obras, ocupan un lugar preponderante en la narrativa universal; y otros, como Carlos Fuentes, que publicó numerosas obras y es considerado uno los grandes escritores de Latinoamérica y del mundo. Ganó numerosos premios nacionales e internacionales, fue Profesor Universitario de prestigiosas universidades y recibió la distinción de Doctor Honoris Causa por Universidades como Harvard, Cambridge y la U.N.A.M. También fue Miembro Honorario de la Real Academia de la Lengua y Embajador de México en Francia en 1975, cargo al que renunció dos años después por no estar de acuerdo con el nombramiento de Embajador de México en España, del Expresidente Díaz Ordaz.
Carlos Fuentes es autor de numerosas novelas entre las que vale la pena mencionar: La región más transparente (1958); Las buenas conciencias (1959); La muerte de Artemio Cruz (1962); Aura (1962); Zona sagrada (1967); Cambio de piel (1967); Terra Nostra (1975); Gringo viejo (1985); Instinto de Inez (2001); La silla del águila (2003); Federico en su balcón (2012), solo para citar algunas. Escribió además numerosos Relatos y Cuentos, Ensayos y cinco Obras de Teatro; otra faceta importante en su vida es la vinculación con el cine. Tuvo la experiencia de compartir con su padre, el Lic. Rafael Fuentes, la afición cinematográfica. Vieron juntos numerosas películas, y no le fue difícil incursionar en ese mundo, como guionista y crítico cinematográfico, firmando sus ensayos y críticas con el pseudónimo Fósforo II (nombre que Alfonso Reyes y Martin Luis Guzmán utilizaban cuando eran cronistas cinematográficos en España).
A Carlos Fuentes le tocó vivir la experiencia de conocer la cultura de diversos países en los que vivió por la circunstancia de que su padre fue Diplomático, de allí que su infancia la vivió en diversas capitales como Montevideo, Rio de Janeiro, Washington D.C., Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires. Aunque los veranos los pasaba en México, fue a los diez y seis años cuando se estableció allí y donde cursó los estudios de bachillerato en el Colegio México de la ciudad de México. Después se graduó en Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en Economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra. En esa época de estudiante hacía Criticas Cinematográficas en los periódicos universitarios a partir de 1954 hasta 1956. Escribió guiones para numerosas películas pero su primera incursión como guionista fue propiciado por el productor Manuel Barbachano Ponce en la película El Gallo de Oro dirigida por Roberto Gavaldón en el año 1964 y que fue una adaptación hecha, junto con Gabriel García Márquez, de la novela corta homónima de Juan Rulfo. Para finales de ese año se convocó al Primer Concursó de Cine Experimental por el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica y Carlos Fuentes, participó con dos proyectos: Los bien amados/Un alma pura (1965), según cuento homónimo de Carlos Fuentes de su libro Cantar de ciegos. Estuvo dirigida por Juan Ibáñez. El otro proyecto con el que participó tenia por nombre Amor Amor Amor / Las dos Elenas, cinta ganadora del 3er lugar, un film corto basado en su cuento homónimo y dirigida en 1964 por José Luis Ibáñez quien también dirigió Las dos cautivas basada también en una historia de Carlos Fuentes. Igualmente escribió el guión de la película Tiempo de Morir (1966) junto con García Márquez y dirigida por Arturo Ripstein y el guion de Pedro Páramo, adaptación que hizo con Carlos Velo, de la obra fundamental de Juan Rulfo, siendo el Director Manuel Barbachano Ponce en 1967. Hay otros guiones escritos por Carlos Fuentes, como el de la película Ignacio (adaptación de un Cuento de Juan Rulfo, 1975). El mexicano Juan Ibáñez filmó en 1965 Un Alma Pura y Sergio Olhovich filmo Muñeca Reina en 1972, y en 1988, Orlando Merino realizó el mediometraje Vieja Moralidad. Estas tres películas se basan en relatos homónimos de Fuentes de su libro Cantar de ciegos, también colaboró en el guion de la película Bajo el Volcán de Lowry que tendría un gran reparto: Jeanne Moreau, Richard Burton y Peter O´Toole. También fueron adaptadas algunas de sus obras por realizadores extranjeros: La bruja de amor (La Strega en amore) 1966, sobre la novela Aura dirigida y adaptada por Damiano Damiani; y Gringo Viejo (Old Gringo) 1988, dirigida por Luis Puenzo.
La relación de la literatura y el cine ha existido siempre a lo largo del tiempo. Muchas obras de Fuentes se convirtieron en películas; además de las ya nombradas, también su novela La Cabeza de la Hidra fue filmada en 1981, dirigida por el director mexicano Paul Leduc con el titulo Complot Petrolero y guion de Fuentes. Gringo Viejo fue filmado por el argentino Luis Puenzo en 1989 y no tuvo el éxito esperado. Fue también el autor del guion de la película ¿No oyes ladrar los perros? (1974) y Los Caifanes (1966), dirigida por Juan Ibáñez. Hay un guion que Fuentes y Carlos Monsiváis escribieron para Luis Buñuel: Una parodia del melodrama de la época de oro del cine mexicano, con Sara García, Marga López, Fernando Soler y Libertad Lamarque. También fue director junto con Héctor Casillas en el cortometraje Enigma compartido (1974) que participó en el Primer Festival del Cine Erótico (1974). En la película México, México. Soy México, dirigida por Francois Reichenbach (1965), el texto y la narración es de Carlos Fuentes.
Cabe destacar un hecho significativo de la biografía de Carlos Fuentes. Si el cine fue importante en su vida, animada esta afición por su padre, no menos importante es el vínculo que mantuvo con figuras destacadas del cine, como actores, productores y directores como Luis Buñuel y actrices como María Felix, cuya vida pudo haber inspirado la historia de la novela Zona Sagrada. También hay que señalar la relación amorosa que tuvo con la actriz norteamericana Jean Seberg quien es la inspiradora de la novela Diana o la Cazadora Solitaria. Esta artista fue la protagonista de la película Juana de Arco, dirigida por Otto Perminger (1957). También actuó en otras películas como Bonjour Tristesse, adaptación de la novela de Francoise Sagan; Al Final de la Escapada de Jean Luc Godard en la que actuó junto a Jean Paul Belmondo. También actuó en Lilith (1964) con Warren Beatty y en La Leyenda de la Ciudad Sin Nombre (1969) con Clint Eastwood y Lee Marvin. La novela de Fuentes, Diana o la Cazadora Solitaria, es una novela autobiográfica donde narra su relación con la actriz.
Cabe también destacar la relación de amistad con uno de los más famosos Directores del Cine Español: Luis Buñuel. En el libro Personas, publicado por Alfaguara en abril de 2012, Fuentes dedica un largo capítulo a su admirado Director. Cuenta que lo visitaba semanalmente, los viernes de 4 a 7, en la casa de Buñuel de la calle Félix Cuevas, mientras duró su estadía en México. Eran encuentros muy enriquecedores para ambos. Fuentes conoció el nombre de algunas de las novelas que a Buñuel le hubiera gustado filmar como El Egoísta, de Meredith, autor Inglés de la época Victoriana; Cumbres Borrascosas que sí fue filmada en 1954, en la que usó como única vez, un tema musical, en este caso El Tristan de Wagner; Jude, el oscuro de Thomás Jardi, novelista y poeta Ingles. Fuentes recuerda que iban juntos al cine y la admiración de Buñuel por directores como Fellini y Kubrick. Fuentes haces un magnífico estudio de Buñuel evocando su origen español, pues nació en Calanda, pequeño pueblo de Aragón en el año de 1900 y murió en México en 1983. Escribe sobre la pertenencia de Buñuel al movimiento surrealista y la realización, junto con Salvador Dalí, de su película surrealista: Un perro andaluz. En el ensayo, Fuentes no solo informa sobre las películas realizadas por Buñuel en México sino en otro lugares como España y Hollywood, profundizando en ellas y dando una interpretación de las mismas apoyándose en el conocimiento de la biografía y de la personalidad de Buñuel y ayudado por la vasta cultura cinematográfica y la capacidad como guionista y director de cine que tenia Fuentes. Escribe sobre historia de películas de Buñuel tan famosas como La Edad de Oro, tremendista y provocadora película que causó rechazo y escandalizó a gran parte de la sociedad. En Paris se prohibió la proyección de la película durando su censura hasta 1966. La etapa mexicana del director español está perfectamente analizada por Fuentes destacando la relación cine y religión, la circunstancia de la creación de las mejores películas, las características estructurales, la intención del director y las características estilísticas. Cuenta que el productor Oscar Dancingers trajo a Buñuel a México y lo puso a dirigir una película, Gran Casino o En el viejo Tampico con Meche Barba, Jorge Negrette y Libertad Lamarque. Dirigió una gran película, Los olvidados, donde con desnudo realismo se muestra la crueldad de la pobreza. Con esta película, Buñuel ganó La Palma de Oro en el Festival de Cannes y Fuentes recuerda, que siendo estudiante en la Escuela de Altos Estudios Internacionales en Ginebra, vio en un Cine Club, La Edad de Oro y Las Hurdes, siendo éste, un documental sobre esta región pobre y aislada de España. La anécdota es que anunciaron al comienzo de la proyección de las películas, que eran de un cineasta surrealista maldito, muerto durante la guerra de España. Fuentes dice que ante tal error, el levantó la mano e hizo la corrección que correspondía hacer. Otras películas que Fuentes considera notables de Buñuel, filmadas en México son: El (1953), una obra maestra que por su contenido y la actuación patológica del personaje (Arturo de Córdova) era usada por Jacques Lacan en la Universidad de Paris, al comienzo de su cursó de patología sexual. Otra obra maestra que Fuentes destaca en esta etapa mexicana de Buñuel es Nazarín (1958); Ensayo de un Crimen 1955, Robinson Crusoe 1952; y la mas buñuelesca de sus películas mexicanas El Ángel Exterminador 1962. Dice Fuentes: “Maravillosa fabula del encierro, fabulosa critica de la voluntad”. Fuentes es el conocedor de cine que presta su inteligencia y su cultura al oficio de escribir crítica cinematográfica sobre obras de Buñuel tan famosas y complejas como Viridiana, filmada en España en 1961; Bella de día (1967); Diario una recamarera; Ese oscuro objeto del deseo; El discreto encanto de la burguesía; El Fantasma de la Libertad. Un libro sobre cine que tenía proyectado Carlos Fuentes, se llamaría Pantallas de Plata en el que se proponía a hablar con mayor detenimiento de la etapa mexicana de Buñuel y del cine mexicano en general, del cual era un entusiasmado admirador.
En el año 1992 fue filmada Aura sobre la novela homónima de Carlos Fuentes, dirigida por Ana Lilia Soria Radilla y guión de la misma directora. Y en 1995, Lorena M.Parlee dirigió la película México con guión de Carlos Blanco Aquinaga basado en una selección de textos: Chilam Balam, Códice Florentino, de Carlos Fuentes.
Carlos Fuentes es un humanista Integral que escribió no solo textos de novelas, cuentos, obras de teatro y una ópera, sino también guiones y argumentos cimatograficos como lo hemos dicho anteriormente. En el cine y la Literatura la imaginación, nutrida por la realidad, crea otra realidad, la de la ficción, y si en la novela, está presente el lenguaje de los signos, en el cine los lenguajes son varios y todos los signos se unen para crear la obra de arte que conmueve y apasiona y Carlos Fuentes es uno de los grandes escritores que vivió apasionado por la creación de sus propias ficciones y por la magia del cine.