En el
cine y en la literatura, la imaginación, nutrida por la realidad,
crea otra realidad, la de la ficción y si en la novela, está
presente el lenguaje de los signos, en el cine los lenguajes son
varios y todos los signos se unen para crear la obra de arte que
conmueve y apasiona. En el cine las imágenes se graban con fuerza
imperecedera en la memoria del espectador; es por ello que cada día
cobra más fuerza la enseñanza de la historia, de la literatura, del
arte etc., a través de películas que saben expresar
magistralmente el contenido de novelas famosas o recrean sabiamente
hechos históricos fundamentales. Son muchas las películas de tipo
histórico que perduran en el tiempo y la biografía de grandes
escritores, de pintores y músicos, de políticos exitosos y hombres
de poder quedan impresos en la memoria vinculados al actor o actriz
que los encarnan en la película. Cuando se piensa en Van Gogh
inmediatamente la memoria trae la imagen de Kirg Douglas; la figura
de Moisés queda indisolublemente unida a Charlton Heston después de
ver Los Diez Mandamientos; cuando
hablamos de Madame Bovary,
viene a la mente inmediatamente la figura de Isabelle Hupert; Bradd
Pitt es el Aquiles moderno en la reciente película Troya
y Don Corleone, el personaje de la novela de Mario Puzo, El
Padrino, estará siempre asociado a Marlon
Brando. Lincoln será
difícil desligarlo de Daniel Day Lewis, así como el personaje de
Fantine de Los Miserables
será por mucho tiempo identificado con Anne Hathaway.
El cine
crea un mundo mágico de ficción pero la fuerza de la imagen unida a
la música provocan un efecto de realismo, suscitando emociones
diversas, de miedo, terror, angustia, alegría, dependiendo del
género de la película. Hay algunas donde se muestra vivamente la
capacidad humana de hacer el mal o de hacer el bien, películas donde
se muestra el absurdo de la existencia; películas donde se plantean
situaciones de horror, no solo las que se generan en las guerras o
las provocadas por psicópatas, sino aquellas películas magistrales
donde se tratan temas que desembocan en tragedias terribles. Una de
ellas es La Decisión de Sofía,
una película britanica-estadounidense del año 1982, dirigida por
Alang Pakula y con la actriz Meryl Streep cuya actuación la hizo
merecedora del Oscar a la mejor actriz y al Globo de Oro. En la
película, ella es sobreviviente del campo de Auschwitz en la Segunda
Guerra Mundial pero vive atormentada por los recuerdos y por la
decisión que se vio obligada a tomar cuando era prisionera. La
crueldad humana se manifiesta cuando el guardián le dice, que de sus
dos pequeños hijos puede salvar a uno y el otro será destinado a
morir en la cámara de gas. Es la crueldad a la que puede llegar el
ser humano, es el reino del mal, en una guerra donde se persiguen a
los judíos con el único objetivo de su aniquilación total.
En ese
mismo contexto de la Segunda Guerra Mundial, se produce, en el año
de 1942, un hecho histórico abominable. Francia que había sido
ocupada por los nazis, recibe la orden, emanada directamente del
gobierno alemán, de encarcelar a todos los judíos y deportarlos a
los campos de concentración. En la redada de ese día fatídico, los
policías franceses hicieron presos a miles de judíos; familias
enteras fueron obligadas a abandonar sus hogares y la mayoría
murieron en los campos de exterminio nazis. Esa historia se cuenta en
la película La Llave de Sarah,
película francesa dirigida por Gilles Paquet. El mayor horror en la
película es que Sarah, una niña de aproximadamente diez años ese
día de la redada, cuando noto que los policías no se habían dado
cuenta de la presencia de su hermanito pequeño, de más o menos
cuatro años, para salvarlo lo encierra en un armario diciéndole que
no salga de allí hasta que ella lo rescate. Sarah y sus padres son
arrestados y llevados separados, a campos de concentración. La
preocupación de Sarah era su hermanito, regresar a la casa para
liberarlo. Después de varios días logra huir del campo con otra
niña que muere después y ayudada por una pareja de ancianos, que
vivía en una granja en las afueras de la ciudad, regresa a su casa
para encontrar en el armario a su hermanito muerto. El dolor y el
recuerdo de este hecho la atormentará toda la vida y aunque se case
y tenga hijos, se suicida provocando un choque con el vehículo que
conducía.
Hay otra
película en donde también se plantea el horror y la tragedia humana
de manera impresionante. Es la película inglesa Jude
dirigida por Michel Winterbottom y protagonizada por Kate Winslet y
Christopher Eccleston. Está basada en la novela Jude,
el oscuro de Thomas Hardy.
En esta
película, la familia integrada por el padre, la madre y tres niños
pequeños (el mayor de ocho años, la niña de tres años
aproximadamente y un bebé) viven en una gran precariedad económica.
Por el hecho de no estar casados son señalados socialmente sintiendo
el rechazo y la hostilidad de los habitantes de la ciudad de
Chrisminster, donde viven, viéndose obligados a estar en constante
huida hasta que deciden regresar nuevamente a esta ciudad que era uno
de los grades centros de cultura y enseñanza en la Inglaterra del
siglo XIX. Con la alegría de haber conseguido un trabajo, la pareja
regresa a su casa donde los dos niños pequeños estaban bajo el
cuidado del mayor y el máximo horror se presenta, cuando al abrir la
puerta del cuarto, consiguen al niño mayor ahorcado y los dos
pequeños muertos en sus respectivas camas. Había una nota del niño
mayor que decía: “Porque somos demasiados”, que fue la frase que
la madre había dicho al niño cuando éste le había preguntado el
día anterior ¿”Porqué nadie nos recibe ni nos dan hospedaje”?
Nos
tropezamos con tragedias todos los días en las páginas de los
periódicos; muchas de ellas son el tema de novelas y películas
famosas. El ser humano está amenazado permanentemente por el dolor y
la muerte pero eso forma parte de la condición humana. Duele saber
que el mal sea capaz de provocar situaciones de pesadumbre y de
horror infinito, destinos inmutables que hay que afrontar con la
sabiduría que da la vida y la experiencia. La literatura, el cine y
el arte universalizan la dimensión compleja y profunda del ser
humano, temas infinitos que fluyen de la observación de la vida y de
la reflexión sobre la existencia y el destino final de los seres
humanos. ¿Cuánto de verdad hay en la literatura y en el cine? Son
aproximaciones a la realidad y aunque es ficción, evocan situaciones
y momentos trascendentes de la vida y del ser humano en su condición
trágica de ser y de existir.
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